Algo semejante al deseo rouseauniano de buscar la felicidad en el remoto pasado ha hecho suponer a los historiadores de la villa que cuando, hace mil años, corrían la tierra de Magerit los reyes de León, se encontraron con un vergel. — «Frondosos bosques, abundancia de agua e inmensidad de árboles», «clima templado y apacible...» — Siempre he creído que, si esto era verdad en los primeros testimonios históricos, se debió a una treta del astuto Madrid, maestro de picardías, en connivencia con la Sierra, traidora. De mano en mano ha ido pasando una cita del Libro de Montería de D. Alonso XI, que pone al buen rey por testigo. De otros textos podría hablarse mucho antes, por ejemplo, del Fuero Viejo de Madrid; pero yo he querido ver lo que dice, en efecto, ese libro, y no hay en él ni más ni menos que estas palabras de loa: "La Dehesa de Madrit es muy real monte de puerco en ivierno". En ellas y en la traza o estrategia de las vocerías y las armadas está todo lo que entonces hacía al caso. La Dehesa de Madrit era muy real monte de puerco — de jabalí — en invierno. La de la Dehesilla era «buen monte de puerco en tiempo de las uvas». Otros eran buenos montes de puerco «en tiempo de los panes» o «de las avenas»...
L. Bello
viernes, 24 de abril de 2009
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