domingo, 31 de mayo de 2009

Hermafroditismo



"Después de la criatura nacida de un huevo no fecundado, es el descendiente del hermafrodita el que representa la más intensa homogeneidad en la herencia fisiológica. El hermafrodita, macho y hembra en un solo individuo, llamado en griego hombre y mujer (andrógino)^ es en otro aspecto descendiente de Hermes (Mercurio) y Afrodita (Venus), y heredero del vigor de aquél y de las gracias de ésta; se reproduce sin el concurso ajenp, diferenciándose de la hembra partenogenética en que posee las dos glándulas sexuales o, cuando menos, las dos gametas, el huevo y el espermatozoide en una sola glándula. En la reproducción del hermafrodita se da una verdadera fecundación, sin otra advertencia que provenir de un solo individuo los dos elementos s€:xuales; en la partenogénesis, como acabamos de ver, un solo individuo, siempre femenino, logra la evolución delhueyo sin el concurso del espermatozoide, o lo que es lo mismo, sin fecundación.

Para los alcances de la conservación del carácter químico del progenitor en la descendencia, el hermafrodita ha de bastarse a sí mismo; es decir, que ha de producir simultáneamente o con corto período de separación huevos maduros en aptitud de ser fecundados y semilla fecundante: así se produce la autofecundación ^ y en el cuerpo del hijo no entran materiales extrafios a su único progenitor, padre y madre al mismo tiempo.

La autofecundación tiene muy limitados horizontes en la Zoología, pues son contadas las especies en las que se ha podido comprobar: el ejemplo más conocido lo ofrecen las tenias. La solitaria se compone de muchos anillos, y todos ellos provistos de glándulas sexuales: los más viejos (proglótides) son femeninos, puesto que poseen un ovario bien desarrollado y un testículo atronco que no funciona; lo contrario sucede con los anillos jóvenes, que cuentan con un testículo en plena función cuando aún no se ha esbozado el ovario. En las tenias se da una verdadera autofecundación, si no entre las gametas de un solo anillo, entre las de los jóvenes y los viejos, los
primeros, actuando de machos, ponen la semilla, y los otros, los huevos. En el ejemplo de las tenias, que es, como dijimos, ejemplar entre las especies hermafroditas, es más precoz el desarrollo de la glándula masculina (protandria); el ovario se retrasa y, por lo mismo, no coinciden las dos gametas dispuestas para la fecundación. La semilla se pasó para cuando el huevo alcanza a la madurez: por esta falta de coincidencia no se fecundan entre si las gametas de cada anillo de las tenias..."

JOSÉ GÓMEZ OCAÑA

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